sábado, 9 de octubre de 2010

Priego invadido






Hace seis años detecté el primer ejemplar, en una huerta de Los Prados. Al año siguiente ya vi alguno en el casco urbano. En los sucesivos años, he visto cómo estos pequeños seres se iban introduciendo poco a poco entre los resquicios de nuestra cotidianidad y este año han manifestado por fin su demoledor potencial reproductivo, proliferando por todas partes hasta extremos agobiantes, saliendo en enjambres de los matorrales de los jardines y cubriendo paredes y coches (en el Adarve, por ejemplo hay incontables). Se trata de Utetheisa pulchella, una bonita polilla de vuelo diurno de la familia de los árctidos, con un diseño muy atractivo de manchas negras y rojas sobre un fondo blanco. Estos colores tienen un sentido muy claro, en un lenguaje que, misteriosamente, entienden la mayoría de las formas de vida de la Tierra: ¡Aléjate de mí! Los árctidos suelen acumular grandes cantidades de sustancias tóxicas en sus cuerpos y presentan colores llamativos para que nadie cometa el error, perjudicial para ambas partes, de comérselos.

Este año han tenido abundante alimento, debido a las abundantes lluvias. Las larvas se alimentan de varias especies de boragináceas, como lenguaza (Anchusa sp.), borraja (Borago officinalis) y viboreras (Echium sp.), hierbas muy comunes en bordes de caminos y carreteras, baldíos y solares abandonados (plantas ruderal-arvenses). No sé si anteriormente se produjeron también otras proliferaciones masivas de esta especie, que pueden responder a años con condiciones excepcionales de pluviosidad. También puede tratarse de una especie en expansión, beneficiada por el hecho de ser poco atacada por los depredadores.

Ahora, desde luego es la mejor época para realizar entomología en las paredes de las calles. Cientos de especies de insectos (sobre todo polillas y en menor medida moscas, escarabajos, chinches, hormigas y termitas aladas, etc.) pueden verse simplemente dando un paseo por las calles y fijándose en las paredes. A principios del otoño es cuando más se ven, aunque hay durante todo el año (incluso en los meses más fríos se ve alguna que otra especie).

1 comentario:

  1. hola antonio¡¡
    el otro día me encontré con una de éstas vistosas polillas en un polígono a las afueras de Córdoba... qué colores¡¡¡ lástima que no tenía la cámara a mano¡¡¡
    besos

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